TDAH: NIÑOS DEMASIADO MOVIDOS E INCOMPRENDIDOS

El 5% de los niños españoles tiene dificultades para retener y aplicar lo que aprenden.

El trastorno por Déficit de atención e hiperactividad (TDAH) está vinculado a una producción insuficiente de los neurotransmisores dopamina y noradrenalina. El lóbulo frontal, responsable de la planificación de la conducta, madura más tarde
y provoca en los niños hiperactivos, impulsividad y déficit de atención. Se calcula que lo sufren un 5% de la población infanto-juvenil, lo que equivale a 1 o 2 niños por aula. Más de un 20% presenta problemas de aprendizaje: matemáticas,
escritura… Los niños son más propensos que los niños a sufrir el trastorno en una proporción de 4 a 1.


Factores genéticos

Se trata de un trastorno con un componente genético importante, pero los factores biológicos y ambientales son muy importantes en su desarrollo y manera de manifestarse. En buena parte perdura en la adolescencia y la vida
adulta. No obstante, las manifestaciones varían con los años y con un buen tratamiento el comportamiento hiperactivo mejorará significativamente, aprendiendo estrategias para compensar sus carencias.

¿Con mala intención?

Las conductas negativas del niño con TDAH no son intencionadas, en gran parte dependen de los síntomas del trastorno y de su dificultad para retener el que aprende y aplicar los aprendizajes, entre los cuales, las normas de conducta que
los adultos consideran en general básicas. Además, las conductas positivas a menudo pasan desapercibidas, dando al niño la sensación que solamente le hacemos caso cuando se porta mal, y por eso parece que lo haga expresamente
como una “llamada de atención”.

¿Son rebeldes y desafiantes?

Los niños y adolescentes afectados suelen ser desobedientes, responden al adulto, parece que no escuchen cuando se les pide alguna cosa, discuten o interrumpen con frecuencia. Esto es debido a que tienen dificultades para percibir su propia realidad y la del entorno, hecho que provoca que se sientan incomprendidos y reprimidos delante cualquier intento de corrección. Se ha demostrado que el castigo sistemático es ineficaz y perjudicial, pues tienen dificultades para retener y aplicar eso que aprenden, al niño le cuesta entender lo que puede y no puede hacer, por eso el castigo parece ineficaz.


Tratamiento


El tratamiento debe ser multimodal. Comprende:

- Reeducación psicopedagógica y cognitiva en el niño: Para mejorar la atención-concentración, hábitos de organización y planificación, déficit en los aprendizajes.
- Pautas educativas en los padres: Para aprender a ser conscientes en el establecimiento de pautas y normas de conducta, utilizar el refuerzo positivo.
- Medicación: En algunos casos es necesario acompañar el tratamiento pedagógico con medicación para mejorar el control de impulsos y la memoria.


Nohémi Adsarias
Psicopedagoga y logopeda